Estas con la idea de comprar un auto usado, pero tenés dudas sobre el estado general del vehículo. Esta sensación es muy común porque vas a invertir mucho dinero con la idea de poder solucionar ciertas necesidades, como la movilidad personal o con poder trabajar más cómodo y no querés que nada salga mal. Hoy te vamos a pasar varios puntos que no debes dejar de chequear a la hora de comprar un auto usado.
Es lógico que se genere cierta intriga sobre el estado del auto a comprar, ya que no sabes si el actual dueño te está contando todos los detalles sobre el uso y estado del mismo. La búsqueda de un auto usado es ideal que la hagas con paciencia y sin apuro, porque de esta forma tendrás tiempo de poder analizar todo tranquilamente.
En primer lugar, te recomendamos consultar con conocidos y amigos si alguno vende un vehículo, de esta forma pueden surgir buenas oportunidades que te darán mayor confianza con respecto al vendedor. Pero si tu recorrido ya es más amplio y no conoces al vendedor, tendrás que afinar un poco más la mirada y ser bien meticuloso sobre que preguntar y mirar del mismo.
Inspección general exterior
Dicen que la primera impresión es muy importante, digamos que la más importante. Igual, por más que lo veas bien, tendrás que hacer una buena inspección general exterior mirando: neumáticos, pintura, paragolpes, parabrisas, entre otros. Luego pasar al interior del auto chequeando el tapizado, el volante, la palanca de cambios, los cinturones de seguridad, además de controlar que funcionen bien las puertas, el capot y el baúl. Cualquier cosa que te genere duda, este es el momento de preguntar.
Chequeos básicos
Una vez superada esta primera etapa hay que seguir con algunas cosas de mecánica. Si no tenés idea de esta parte de los autos, lo ideal es poder ir acompañada con alguien que entienda un poquito. Igual te daremos algunos tips como: levantar el capot para mirar el motor y ver en que estado se encuentra, aunque esa de aspecto, por ejemplo si está muy sucio puede que hace mucho no le hagan ningún tipo de service. Por otro lado, podés tocar las mangueras y ver si están resecas, además encender el auto tanto para escuchar el motor como para controlar el tablero porque es importante que no se prenda la luz roja de check engine, y hacer una revisión de los niveles de agua y aceite.
Preguntas al dueño
Si hasta acá el auto viene cumpliendo con tus expectativas, podés hacer algunas preguntas con respecto al uso del mismo. Consultar sobre la cantidad de kilómetros que tiene, cuando fue el último service que hizo y dónde lo hicieron, si lo dejan en la calle o en garage, si tuvo uso familiar o comercial. Si te sigue preocupando el tema de mecánica, podés preguntar que es lo último que se hizo, o si le hicieron cabio de correas o el sistema de frenos, que son cosas que se hacen más espaciadas que un service de mantenimiento. Y además podés consultar si te dejan verlo nuevamente con un mecánico, si no se niegan puede ser un buen indicio.
Prueba de manejo
Otro paso es ver la posibilidad de manejarlo un par de cuadras junto con el vendedor, de esta forma podrás ver el auto en funcionamiento y cualquier cosa que te llame la atención (ruidos, vibraciones, etc.) indagarás un poco más.
Por último, y antes de cualquier pago, es importante controlar los papeles del auto para asegurarte que no esté prendado y no tenga deudas ni de patentes ni multas por infracciones de tránsito. Y si tenés dudas de como hacer una transferencia, no dejes de leer esta nota que te dejamos aquí.
Para lo que necesites, acá estamos. Cotizá tu póliza ahora en https://iunigo.com.ar/