Ya aprendiste a manejar, ya tenés tu auto, ya lo aseguraste… pero a la hora de salir a la calle te encontrás con miedos. ¿Voy a poder hacerlo bien? ¿Qué hago si a la hora de estacionar me trabo y detengo el tráfico? Hay muchas herramientas para que puedas enfrentar estos temores y disfrutes de la experiencia de manejar tu auto.

Para ayudarnos con esta situación tan común entre conductores principiantes, hablamos con Vilma Azcurra, una instructora con gran experiencia que fundó su propia escuela de conductores habilitada por el GCBA.

“La escuela nació acompañando a gente que tenía miedo a manejar, y este sigue siendo el perfil de nuestra escuela, a la que acuden un 80% de conductoras mujeres. Hoy por hoy, las mujeres representan menos del 40% de los registros que se otorgan en CABA”, cuenta Vilma.

Consejos para conductores principiantes, cómo perder el miedo a estacionar

El miedo a manejar

El principiante le tiene miedo a su entorno. El miedo a conducir provoca una dependencia que se retroalimenta: como tenés miedo, no salís (sea porque te cuesta o porque nadie te acompaña) y no adquirís la práctica que necesitás para perder ese miedo.

Según Vilma, “lo importante es detectar la imposibilidad y que esa persona sepa que puede pedir ayuda”. A veces esa ayuda está en tu entorno (puede ser algún amigo o familiar), pero muchas veces esas mismas personas fomentan tu inseguridad. “Las personas que tienen miedo a manejar están sometidos a la mirada del entorno: la mirada del otro es el germen de la inseguridad.

Consejos para conductores principiantes, cómo perder el miedo a estacionar

El miedo a estacionar

Esa mirada del otro que genera inseguridad se hace presente en el momento de estacionar, que no tiene que ver solamente con tu habilidad. Tenés la técnica, pero cuando vas a aplicarla en la vía pública, te encontrás con la mirada ajena. 

El “censurador” que cada uno tiene -porque el principiante siempre piensa que molesta- se vuelve externo. Los principiantes se terminan yendo: ese es el motivo del desaliento y lo que los hace fracasar. “Quizás después vuelven, pero en el medio pierden 5 años”, dice Vilma.

Otros momentos de stress pueden ser al encontrarte con una pendiente o una entrada a un garage. Esta sensación de catástrofe en la vía pública es incómoda, pero se trabaja 100% con práctica.

“En nuestros talleres, trabajamos con instructoras que son psicólogas y ayudan a superar los miedos”, cuenta. “La diferencia entre manejar y conducir es tomar una decisión. Trabajamos pensando en que la palabra tiene que acompañar lo que está pasando: el conductor principiante nos tiene que contar qué le da miedo y por qué. La ayuda tiene que ser empática y la corrección tiene que ser estimulante.”

Consejos para conductores principiantes, cómo perder el miedo a estacionar

Vencer los miedos

¿Puedo mejorar mi habilidad para conducir a cualquier edad? Vilma dice que nunca es tarde. Un principiante puede temerle a tener un accidente, culparse a sí mismo, pensar que es distraído o torpe. Es importante hablar de lo que sentís cuando estás manejando y, en caso de que decidas acudir a una escuela para superar tus miedos, le cuentes al instructor sobre tus dificultades.

Los errores no son graves, solamente falta más práctica. Todos los miedos tienen algo en común, sea el miedo a hablar en público, a la hoja en blanco o a subirse a un avión. Lo importante es siempre volver a intentarlo, incluso si el primer curso o la primera experiencia no alcanzó. 

En todos los casos, lo que falta es práctica. Tu cerebro tiene que aprender a ejecutar las tareas a las que todavía no está acostumbrado. Igual que cuando querés hacer algo con tu mano no hábil: tenés que trabajarlo. Lo importante es que no sufras en el momento del aprendizaje. Es clave relajarse, que sea un espacio alegre y darse la oportunidad, el espacio y el tiempo.

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Los diez pasos para estacionar en paralelo al cordón entre dos autos

A la hora de estacionar, especialmente si son tus primeros intentos o te genera mucha ansiedad, la mejor manera de controlarla es seguir estos pasos:

  • Circular muy lento y con las balizas puestas para anunciar a los otros autos nuestra intención de detenernos a estacionar. Una vez encontrado el lugar, alertar con la mano alzada para indicar que vas a detenerte.
  • No intentar apurarse para dejar de «molestar» al que está detrás de nuestro auto.
  • Las bocinas de los otros autos no convierten al nuestro en una máquina de estacionamiento automático. ¡Paciencia, todos!
  • Recordar la técnica tantas veces practicada en solitario.
  • Poner el auto junto al que está detrás del que vamos a estacionar, haciendo coincidir el paragolpe trasero de ese auto con la rueda trasera del nuestro.
  • Direccionar todo el volante hacia el lado donde se está estacionando.
  • Retroceder hasta que nuestro auto quede a 45° con respecto al cordón.
  • Verificar si al llegar a esos 45°, la rueda delantera de nuestro auto coincide con el paragolpe trasero del auto detrás del cual estamos estacionando.
  • Si es así, seguir retrocediendo con todo el volante hacia el lado contrario.
  • Ingresar al espacio, a la misma distancia entre cada uno de los dos autos que nos acompañaron en este viaje de estacionar. Por último, no te olvides de enderezar el volante.

A la hora de perder el miedo y salir a manejar, es importante tener un seguro que te de confianza y sepas que va a estar para vos. 

Queremos seguir ayudándote con consejos que mejoren la experiencia en tu auto. En esta nota podés conocer algunos tips básicos para cuidar la batería de tu vehículo.