Muchas veces escuchamos frases como “manejás como una mujer” haciendo referencia a ciertas características al volante que por lo general tienden a ser negativas. Sin embargo, conducir no tiene nada que ver con el género. Una conducción femenina habla de distintos comportamientos a la hora de estar al volante de una movilidad.

¿Qué significa un manejo femenino?

Un manejo femenino es romper estereotipos, superar mandatos sociales, quebrar creencias limitantes y llevar amor y respeto a las calles. Es no desafiar las normas de convivencia en la calle, pero sí el estatus quo. Es una conducción empática, alzando nuestra mirada para ver que necesita la otra persona que también se está moviendo en la calle. Nos cuidamos a nosotros mismos, pero también a la otra persona capacitándonos constantemente en un manejo seguro afirma Luly Dietrich, fundadora de Mujeres al Volante, la comunidad de mujeres en el mundo de la movilidad que desde 2009 trabajan para motivar a que más mujeres conduzcan y generar una experiencia inclusiva en las que conducen. Luly forma parte de una familia histórica en el rubro automotor, lo que le permitió adquirir la experiencia necesaria para llevar adelante la iniciativa y a la vez para hablar con autoridad sobre este tema.

“Manejás como una mujer”

¿Hay una diferencia de capacidad al volante entre los géneros?

Como mencionamos, manejar bien o mal no es un tema de género, sino de conductas y habilidades al volante. Sin embargo, diversas investigaciones dejan de manifiesto que los varones tienen una mayor tendencia a asumir riesgos e ir en búsqueda de nuevas sensaciones, lo que los lleva superar los límites de velocidad, conducir en forma temeraria o hacer sobrepasos en forma indebida, entre otras conductas.

A nivel local, desde el Centro de Experimentación y Seguridad Vial, marcan algunas diferencias que notan en sus cursos de conducción segura. Allí los varones demuestran mayor habilidad tanto en la coordinación de brazos y piernas, como en los slalom realizados en la pista. Mientras que las mujeres son más precavidas, más receptivas a los consejos de seguridad vial, cumplen las consignas sin sobrepasar las velocidades y muestran mayor conciencia y percepción del riesgo. Por ejemplo, en la prueba de simulación de CESVI solo el 10% de ellas superó la velocidad exigida, mientras que el 40% de los varones incrementó la velocidad máxima solicitada, a pesar de las recomendaciones previas donde se explicó que no debían ser superadas. Y sin duda, esto también es parte del arte del buen manejo.

Esto también se hace visible en el informe “Seguridad Vial con Perspectiva de Género“ que realizó la Agencia Nacional de Seguridad Vial, que señala que las mujeres son más respetuosas de las señales del semáforo que los varones, tanto en calidad de conductoras de automóviles (96,5% vs. 94,5% respectivamente), motos (84,6% vs. 77,4% respectivamente) y bicicletas (58,5% vs 49,9%, respectivamente). Mientras que en el traslado de los más chicos, cuando la conductora es mujer, los chicos viajan más protegidos con la protección correspondiente (31,2% vs 24,6% cuando conduce un varón).

Las mujeres son más respetuosas de las señales del semáforo que los varones, tanto en calidad de conductoras de automóviles (96,5% vs. 94,5% respectivamente), motos (84,6% vs. 77,4% respectivamente) y bicicletas (58,5% vs 49,9%, respectivamente)

Por más manejo femenino

Por todo esto necesitamos una conducción más femenina, dónde la empatía, el respeto, el sentido de cuidado y protección y la capacitación sean los grandes protagonistas cada vez que estamos al volante. Porque el manejar bien no tiene nada que ver con nuestro género, pero sí con nuestros valores y competencias al volante, llevando amor, respeto y seguridad en las calles.

Para lo que necesites, acá estamos.
Cotizá tu póliza ahora en 
https://iunigo.com.ar/