Invitamos a Luly Dietrich de Mujeres al Volante para que nos cuente qué significa, justamente, ser una “mujer detrás del volante”.
“Cuando decidimos crear una comunidad de mujeres en el mundo de la movilidad, allá en el 2009, lo primero que hicimos fue googlear “mujeres al volante”. Allí arrancó nuestro primer desafío. Te invitamos hacer el ejercicio, poné en los buscadores “mujeres al volante”. Van aparecer varias fotos de mujeres conduciendo muy felices y algunas de mujeres con cara de pánico participando de accidentes insólitos. En el 2009, cuando creamos la comunidad MAV, la gran mayoría de fotos que salían en estas búsquedas eran las del segundo grupo: accidentes ridículos en los que la protagonista era una mujer y se remarcaba el estereotipo de lo que en teoría es una mujer que conduce.”
Las mujeres en las calles
¿Por qué existe este estereotipo cuando las estadísticas demuestran que (tomando una muestra de igual cantidad de hombres y mujeres) las mujeres son más precavidas a la hora de conducir, respetan más las normas y leyes, y participan en menos accidentes?
Durante muchos años, en las calles se escuchaban frases como: andá a lavar los platos, mujer tenías que ser, mujer peligro constante, entre otras expresiones desafortunadas. Las calles siempre fueron un lugar masculino, ocupado en mayor parte por los hombres.
Las licencias de conducir lo confirman: en el 2009, solo el 24% eran otorgadas a mujeres. Hoy, ese porcentaje creció a 27%, pero todavía estamos en proceso de igualdad de género en la conducción.
A la vez, lo que nos rodea en las calles, desde las señales, cartelería, son dirigidas a varones: “Señor peatón, conductor, cliente, conductor principiante”.
¿Acaso las mujeres no se mueven en las calles?
Haciendo un repaso por anuncios publicitarios, hasta hace pocos años los autos siempre eran conducidos por los varones. Y sin ir más lejos sigue pasando que en las calles, cuando se trata de una pareja de varón y mujer, en el 76% de los casos conduce el varón. ¿Por qué? La mujer no maneja inclusive teniendo licencia, o le da más seguridad que su pareja lo haga.
Cinco consejos para convertirte en una mujer al volante
- La mejor forma para aprender a manejar es de la mano de una academia. Es importante que estén autorizadas. Para saberlo, te podés fijar en la página del lugar donde vivís, sea en la Ciudad de Buenos Aires o en la Provincia de Buenos Aires.
- Si no podés afrontar el gasto de una escuela, podés ir a aprender a la pista de práctica ubicada en la Ciudad de Buenos Aires. Recordá sacar con anticipación tu turno.
- Muchas veces no avanzamos en el proceso por miedo al examen. Recordá siempre que la práctica es lo que te va a dar el conocimiento del auto y de la calle y de esta forma vas a ir ganando confianza y seguridad.
- Nada más importante durante el proceso de aprendizaje que aprender también a manejar nuestra cabeza, que muchas veces nos llena de pensamientos negativos. Una buena técnica para implementar es cuando aparece uno: cantar o enfocarnos en nuestra respiración.
- Armate una red de mujeres que estén en la misma situación: la experiencia de otra puede ayudar a la tuya.
El conocimiento nos da poder para movernos
Creemos en el desarrollo de la mujer a través de la libertad de movimiento en la sociedad. Y sabemos del impacto positivo que genera esto. Desde que creamos la comunidad, nuestros principales propósitos son motivar e incentivar a que más mujeres estén al volante, y acompañar y capacitar a las mujeres que ya conducen, conociendo más el auto o su movilidad, capacitándose para un manejo seguro y más respetado, y poniendo al alcance todo lo necesario para tener una mejor experiencia al volante. El conocimiento y la práctica representan poder y nos brindan seguridad y confianza.
Desde Mujeres al Volante amamos lo que hacemos, desde el arranque para convertirte en una mujer al volante, hasta consejos a la hora de elegir un auto, como educación para ser mejores conductoras para un manejo seguro, y todo el contenido que te ayude a ser independiente en el auto.
Saber conducir te da la libertad de no depender de nada ni de nadie: la posibilidad de un trabajo, de emprender. Es una herramienta que salva vidas. Pero por sobre todas las cosas, el saber conducir te da alas para estar al volante de tu vida. Desde ahora, también te acompañamos en este espacio para recorrer este nuevo camino.
¿Conocías a la comunidad de Mujeres al Volante? ¡Contanos qué te gustaría leer y qué preguntas les harías!
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