Llega el verano y empezamos a usar el aire acondicionado del auto todos los días. Puede ser que te encuentres con alguna sorpresa si no hiciste el mantenimiento adecuado durante el año. Tanto si es así, o si querés cuidarlo para tenerlo en el mejor estado posible, a continuación te compartimos algunos consejos útiles. 

Cómo cuidar el aire acondicionado de tu vehículo

Podemos pensar en el aire acondicionado como una parte importante de manejar con seguridad. Cuando el ambiente dentro del auto está fresco, evita que la persona al volante se canse y ayuda a que tenga menos distracciones. Así, se puede concentrar mejor y prestar más atención. 

Cuando hace calor y tenés que encender el aire cotidianamente, es importante que tengas en cuenta que la temperatura ideal es de 24 grados como mínimo. Si la llevás a menos de 21 grados, esto va a hacer que consumas más combustibles y exijas más al equipo.

Aire acondicionado del auto: mantenimiento y consejos

Encendé el aire acondicionado de tu auto durante todo el año.

Aunque la temperatura exterior no sea alta, encender el aire ayuda a que no se acumule polvo y los conductos estén lubricados. En general, tratá de prenderlo al menos diez minutos una vez por semana. Esto va a mantener la presión de gas para que el compresor funcione adecuadamente. Cuando hagas esto, prendelo con el ventilador en la velocidad más alta y la temperatura bien baja.
Si podés, usalo también en invierno: el aire acondicionado no sólo enfría el vehículo, sino que ayuda a mantenerlo libre de humedad. Además, te puede servir en situaciones de niebla en las que necesites mejorar la visibilidad.

Ventilá el auto antes de prender el aire.

Antes de subir al auto, bajá las ventanillas para ventilarlo. Esto va a hacer que sea más fácil que el aire llegue a la temperatura ideal. Eso sí: una vez que lo prendas, siempre dejá las ventanillas cerradas.

Mantené limpias las salidas de aire y las rejillas.

Revisalo frecuentemente, incluso en las salidas que están abajo del parabrisas. Sacá bien el polvo de las rejillas y fijate que no tengan nada que pueda obstruirlas.

Cambiá el filtro de aire acondicionado de tu vehículo.

Puede ser que te des cuenta de que el filtro necesita un cambio porque sale poco aire, o tiene mal olor. Seguramente sea porque tiene polvo, suciedad, humedad o bacterias.  
Si bien no es complicado cambiar el filtro y podés hacerlo vos, lo más recomendable es llevarlo a un taller para que se encargue alguien que sepa cómo hacerlo bien.
Si querés cambiarlo vos, consultá el manual del fabricante para ver dónde está ubicado. En la mayoría de los autos lo vas a encontrar en el interior de la cabina y vas a tener que sacar una parte del panel. Cuando lo hagas, prestá atención para poder volver a poner las piezas donde deben estar. Podés usar un paño seco o humedecido con agua, y evitá productos químicos.
Según cómo uses tu auto, se recomienda que cambies el filtro una vez al año, o entre los 10 y 15 mil kilómetros de uso. Si solés transitar por ruta o caminos no asfaltados, posiblemente tengas que cambiarlo más seguido.
Lo más recomendable es que lo hagas antes de que empiece el invierno.

Chequeá el gas y el refrigerante.

Si una vez que cambiaste el filtro seguís teniendo problemas con el aire (como que no enfríe bien), es posible que haya una pérdida de gas. Por eso, es importante chequear el gas en tu taller de confianza. Por lo general, se recomienda que cada dos años ayudes a mejorar el funcionamiento de tu AA con un cambio de gas y lubricante.

Esperamos que estos consejos sean útiles para cuidar (¡y disfrutar!) tu aire acondicionado este verano y durante todo el año. Si te sirvió esta info, te recomendamos que sigas leyendo cómo controlar los fluidos de tu auto.

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